Ahorro Energético

Una premisa del ahorro es no gastar en vano, y eso es la principal causa del gasto excesivo en viviendas y edificios. Luces que permanecen encendidas a su máxima intensidad en sectores no ocupados, mantener climatizados recintos que no se ocuparán durante tiempos prolongados, son la principal causa del desperdicio de valiosa energía que puede aprovecharse mucho mejor siendo respetuosos con el planeta, y con nuestro propio bolsillo.

En el caso de la climatización -que es el sector de mayor consumo y por lo tanto el de mayor desperdicio energético-, se da la paradoja que además de estar gastando de más, ese gasto muchas veces también contribuye al disconfort de los ocupantes.

Manteniendo una temperatura de sobreclimatización en horarios nocturnos -por ejemplo- no sólo consume más sino que es molesto para las personas que se encuentra en el lugar. A menudo nos encontramos con situaciones donde tenemos que abrigarnos en verano o quitarnos la ropa en invierno para poder soportar cómodamente la climatización, y ésto es más común de lo parece: simplemente dejando el termostato con misma temperatura para el día y la noche ya nos encontramos en esa situación, y eso sucede hoy en la mayoría de las instalaciones, todos los días.

Las necesidades de climatización varían con los horarios (de noche por ejemplo son menores), y los sectores diferentes necesitan temperaturas diferentes en horarios diferentes (zonificación), teniendo en cuenta ante todo su estado de ocupación en cada momento.

Considerando estos principios, mediante la incorporación de sistemas inteligentes en las edificaciones se logran ahorros del orden del 25 por ciento en iluminación y del orden del 40 por ciento en climatizaciñon, ¡y eso es un gran ahorro!.

Control de la iluminación

En la vivienda el sistema domótico controla que los sectores se iluminen adecuadamente en cada momento, hace que se apaguen sectores y habitaciones no ocupadas, se iluminen sectores de tránsito con el paso de personas para volver a apagarse cuando quedan desocupados, siempre nos reciba una iluminación de cortesía o bienvenida al entrar a habitaciones oscuras, y se impide el encendido incidental diurno de luces cuando la iluminación natural es suficiente.

La iluminación de penumbra es usada en sectores interiores y exteriores: durante determinados horarios las luces permanecen dimerizadas en penumbra cuando el sector no está ocupado, se encienden en su totalidad cuando alguna persona entra, y mediante una rampa descendente muy lenta regresan a su nivel de penumbra cuando el sector queda vacío.

Las escenas de iluminación son muy utilizadas en viviendas y edificios comerciales. Hoy en dia ya no se ilumina con una o dos lámparas, sino que existen múltiples fuentes de luz simultáneas en los diferentes ambientes: luces indirectas, luces de acentuación de detalle (cuadros, obras de arte), luces perimetrales de leds, luces de garganta, de mesa, de piso, leds de colores y una gran variedad de artefactos y tecnologías lumínicas, cada una realizando su aporte a la iluminación general en medidas diferentes de acuerdo a cada situación de la vivienda.

El manejo de todas las fuentes de iluminación se tornaría imposible de hacer manualmente, ya que deberíamos disponer en cada ambiente una consola como la que usan los iluminadores teatrales, y saber operarla.

El control de escenas es parte de la domótica y permite programar escenarios de iluminación de acuerdo al momento, y modificarlos de forma manual o automática, por horarios o eventos. Pr ejemplo: en el living puedo programar escenas como 'cenar', 'mirar TV', 'lectura', 'fiesta' o 'café con amigos' y cambiarlas mediante un teclado múltiple con indicaciones en el frente, en el dormitorio programar otras y en cada sector cambiar los niveles y tipos de fuente de iluminación de acuerdo a horarios o presencia de personas. Todo ésto también puedo accionarlo desde mi celular mediante una aplicación personalizada para mi casa.

Seguridad y Alarmas Técnicas

En las instalaciones domóticas se monitorea constantemente el cierre de aberturas (puertas, ventanas, portones y ventiluces), la presencia de personas en cada sector (la domótica cuenta con sensores de ocupación en TODOS los sectores), la presencia de humo o gas, inundaciones, viento fuerte, etc.
La detección perimetral es usual en casa de ciudad, donde se monitorean muros y rejas, jardines y fondos, y cualquier violación es reportada de la manera que el usuario elija: un sms a su celular, una alarma sonora, un led encendido en un panel mímico con el plano de su casa, o lo que el usuario desee utilizar como advertencia.

Además se chequea el funcionamiento normal de todos los sistemas y suministros: bombas, tanques de agua, suministro eléctrico, etc. Cualquier anomalía detectada será informada antes de producirse catástrofes mayores: al saltar la térmica de la bomba de agua se activará una alarma, no cuando ya nos quedamos sin agua en el tanque.

Control de dispositivos y electrodomesticos

Como la domótica es un sistema de control que integra todos los dispositivos de la vivienda, el acceso manual -local o remoto- a cada dispositivo individual también es posible, además de su funcionamiento automático como parte del sistema domótico.

Así podremos hacer cosas como por ejemplo: encender el horno para que nos espere un menú calentito a la hora de la vuelta del trabajo, filtrar la pileta justo antes de llegar con amigos a casa, encender el sauna o el jacuzzi para que esté caliente al llegar, o abrir la puerta para permitir la entrada a un empleado de servicio cuando no estamos en casa.

Control de la climatización

En viviendas los sectores de uso no son homogéneos, hay una clara diferenciación -por ejemplo- entre los dormitorios y el resto de la casa: aquellos se utilizan de noche y el resto para actividades diurnas. Dentro de los sectores diurnos también hay diferenciación por los horarios que surgen de la rutina diaria, si estamos en casa o en el trabajo, si es fin de semana o día laborable, etc.

Además de esta diferenciación que ya de por sí hace necesaria una adecuación horaria y zonal de la climatización, se agrega el hecho de que las necesidades de climatización -sobre todo en dormitorios- son menores durante la noche que en horarios diurnos, ya que durante el invierno estamos tapados en la cama y si dejamos la misma temperatura diurna terminamos sofocados, y durante el verano nuestro cuerpo en reposo se enfría, siendo necesario bajar el aire acondicionado en la madrugada para no sentir frío excesivo.

La falta de esta adecuación de la climatización conduce a situaciones molestas de disconfort que todos alguna vez hemos vivido en hoteles con climatización central, donde carecen de un sistema que ajuste de forma automática los niveles y permanecemos a merced del criterio de un ocasional encargado.

Por todo lo expuesto, es necesario que la domótica se ocupe de ajustar los niveles según criterios de ocupación (nadie necesita climatizar un sector que permanece vacío), por horarios y por tipo de uso del sector. Todo ésto se hace de forma automática, pero también permite el ajuste manual o el 'desenganche’ del automatismo en situaciones especiales (modificar las temperaturas cuando alguien de la familia se encuentra enfermo, por ejemplo).

Control de persianas, black-outs, cortinas y toldos

El control de los dispositivos de oscurecimiento puede automatizarse por horarios, para que por la mañana nos despierten con luz solar y al oscurecer se bajen solos. Al salir de la casa se pueden cerrar al pulsar la tecla 'me voy', que a la vez apagará todas luces que permanezcan encendidas (excepto las exteriores), apagando también todos los dispositivos que hayan podido quedar conectados por olvido, y haciendo innecesario el tener que recorrer toda la casa para efectuar esta tarea cada vez que salimos.

Los toldos, además de su control manual, se podrán recoger cuando hay vientos fuertes, con los datos proporcionados por un anemómetro. Las persianas podrán bajarse de la misma forma, pero quizá cuando el viento alcance velocidades más importantes.